Cuando un consumidor compra un jamón ibérico, no solo está adquiriendo un producto gourmet, sino también una tradición milenaria que implica calidad, trazabilidad y compromiso. Pero, ¿cómo puede saber que ese jamón cumple con los estándares reales de calidad? La respuesta está en la certificación del jamón ibérico y en los rigurosos controles a los que es sometido desde el origen. En Jamón Pasión apostamos por ofrecer siempre jamones ibéricos certificados, para garantizar confianza y autenticidad en cada pieza.
¿Qué significa que un jamón ibérico esté certificado?
El jamón ibérico certificado es aquel que ha superado una serie de controles oficiales establecidos por la Norma de Calidad del Ibérico (Real Decreto 4/2014) y supervisados por entidades independientes autorizadas. Esta certificación garantiza que el jamón cumple con todos los requisitos relacionados con la raza del animal, su alimentación, su manejo y los tiempos mínimos de curación.
La certificación no solo aporta transparencia al proceso, sino que protege al consumidor frente a fraudes o etiquetados confusos. Es la forma más fiable de asegurar que un jamón de bellota 100% ibérico, también denominado "jamón de pata negra", por ejemplo, lo es realmente, y no un producto de menor categoría vendido como tal.
Etiquetas de color: el sistema de precintos que lo dice todo
Uno de los sistemas más eficaces para reconocer la autenticidad de un jamón ibérico es el precinto de color que debe llevar cada pieza certificada. Estos precintos, regulados por la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), indican la categoría del jamón ibérico según la alimentación y la raza del cerdo:
• Precinto negro: Jamón de bellota 100% ibérico (raza pura, alimentación en dehesa). También conocido como jamón pata negra.
• Precinto rojo: Jamón de bellota ibérico (cruce con Duroc, también alimentado en dehesa). Da como resultado jamones 50% y 75% raza ibérica.
• Precinto verde: Jamón de cebo de campo ibérico (alimentación mixta en campo). Pueden ser 100% ibéricos o cruzados con Duroc.
• Precinto blanco: Jamón de cebo ibérico (alimentación controlada a base de piensos en granjas). Pueden ser 100% ibéricos o cruzados con Duroc.
Lo más comercializado en Cebo de Campo y Cebo son con un porcentaje ibérico del 50%.
Cada precinto lleva un código único que se puede verificar, lo cual aporta un nivel de trazabilidad y confianza inmejorable al consumidor.
Existe una APP del ASICI que puedes descargarte en tu teléfono y leer la información del jamón que has comprado, tan solo introduciendo el n.º de certificación o código que se muestra en el precinto, o simplemente escaneando el código de barras.
Controles de calidad: del campo al secadero
El proceso de control de calidad empieza mucho antes de que el jamón llegue a la mesa. Desde la crianza del cerdo, su alimentación y condiciones de vida, hasta los tiempos de curación, todo está regulado y supervisado por organismos certificadores independientes.
• En la dehesa o granja: se controla la alimentación, la densidad de animales por hectárea y el bienestar del animal.
• Durante la producción: se realizan inspecciones en los secaderos para verificar que el proceso de curación cumple con los tiempos y condiciones establecidos por la normativa.
• Análisis técnicos: se realizan pruebas físico-químicas para garantizar que el jamón cumple los estándares exigidos.
Esta cadena de control hace posible que, al comprar un jamón ibérico certificado online, el cliente reciba exactamente el producto que espera, sin sorpresas.
¿Cómo identificar una auténtica pata de jamón ibérico?
A la hora de elegir un jamón ibérico, conviene fijarse en varios elementos que certifican su autenticidad:
• El precinto de color oficial (negro, rojo, verde o blanco).
• La vitola del fabricante, donde debe figurar la denominación exacta del producto, como “jamón de bellota 100% ibérico” o “jamón de Cebo de Campo ibérico”
• El etiquetado con el % de raza ibérica.
• Presencia de sellos o códigos que remitan al organismo certificador.
En Jamón Pasión trabajamos exclusivamente con jamones ibéricos certificados, ya sean patas enteras, jamones deshuesados o jamón ibérico loncheado en sobres, para que el cliente pueda disfrutar del mejor producto sin preocupaciones.
Jamones ibéricos con D.O.P.: excelencia con nombre propio
Además de la certificación oficial por precintos, algunos jamones ibéricos cuentan con el prestigioso sello europeo de calidad diferenciada de Denominación de Origen Protegida (D.O.P.), que avala su procedencia geográfica y método de elaboración tradicional. Entre las más reconocidas se encuentran D.O.P. Jabugo, D.O.P. Guijuelo, D.O.P. Dehesa de Extremadura y D.O.P. Los Pedroches, cada una con características únicas. Comprar un jamón ibérico con D.O.P. es garantía de excelencia y autenticidad, ya que estos jamones son controlados, a parte de por las certificadoras, por consejos reguladores específicos de cada zona geográfica asociada, que supervisan todo el proceso, desde la cría del cerdo hasta el etiquetado final.
Confianza, garantía y sabor: el valor de un jamón ibérico certificado
Apostar por un jamón ibérico con certificación oficial es apostar por la máxima calidad, el respeto por el producto tradicional y una experiencia gastronómica inigualable. Ya sea que busques un jamón de bellota con precinto negro, una paleta ibérica de bellota, o un jamón de cebo con excelente relación calidad-precio, elegir un producto certificado es siempre garantía de éxito.
En Jamón Pasión te ofrecemos únicamente productos con trazabilidad garantizada y una cuidada selección que representa lo mejor del mundo ibérico.
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