La grasa del jamón ibérico, sobre todo la de un pata negra que se alimenta con bellotas, una vez retirada la primera capa superficial, el resto de la grasa nos puede dar mucho juego y darle varios usos: Ten en cuenta que es una grasa con muchísimas propiedades nutricionales y con un aroma y sabor mucho más intenso que la propia carne.
Por qué aprovechar la grasa del jamón ibérico
El jamón ibérico de cebo o de cebo de campo, a parte de la grasa infiltrada en el músculo, tienen una buena capa de grasa rodeando la pieza, y más allá de desecharlas, deberías darle uso, ya que la estás pagando a al mismo precio que la carne y además es una grasa con un aporte nutricional de alta calidad. Además, si la pieza es un jamón de bellota ibérico, aún la grasa es mayor y mucho más apreciada.
Lo primero es que cuando te dispongas a sacar lonchas del jamón, te aconsejo que lleve una buena proporción de grasa para que la experiencia sea completa y más contundente. Si no te gusta la grasa, el ibérico no es para ti y deberías elegir un jamón serrano que tiene muchísima menos grasa superflua y la carne es mucho más magra, sin grasa intramuscular. El jamón Duroc es una muy buena opción, ya que está en una zona intermedia a lo que a grasa se refiere entre un ibérico y un serrano.
Son muchas las utilidades que le puedes dar a la grasa del jamón y que te cuento a continuación.
Utilidades de la grasa del jamón
Ya sabrás, si te gustan los guisos tradicionales, que en muchos de ellos se añade grasa de jamón o tocino; sin ir más lejos, al cocido o a las lentejas; de hecho a las lentejas se le suele añadir también taquitos de jamón.
Pero no solo añadir jamón ibérico al agua para que el caldo coja ese intenso sabor, sino también en preparaciones sustituyéndolo por el aceite de oliva o agregándole un poco de grasa al mismo aceite. Incluso agregándola a un plato de sopa o consomé.
En Jamón Pasión somos muy fans de los platos de cuchara y nunca falta un trozo de grasa en casa cuando nos disponemos a cocinar.
Un uso muy común y que habrás consumido más de una vez degustando una cerveza o como aperitivo, son los chicharrone o torreznos, que no es más que la propia grasa frita.
En tus sofritos o verduras salteadas, si añades un trozo de grasa del jamón al aceite, te vas a sorprender de lo que se realza el sabor del plato.
Sugerencias de uso
Una muy buena opción es introducir un trozo de grasa de jamón en una botella de aceite de oliva para aromatizarlo. Déjalo unos días para que se perfume bien y tus tostadas del desayuno van a mejorar muchísimo.
Para terminar te voy a revelar un secreto culinario: intercala una loncha de grasa entre dos lonchas de jamón ibérico, cierra los ojos y pruébalo. ¡Manjar de dioses! Y si eres de sabores fuertes, todo esto que te acabo de explicar a lo largo del artículo, ponlo en práctica pero con la grasa de la paleta ibérica.
En este artículo puedes leer sobre las propiedades beneficiosas del jamón ibérico y claro está, de la estupenda grasa con grandes aportes de ácido oleico que proporciona.